La digitalización es la llave para la supervivencia de las empresas en pleno siglo XXI y dentro de los componentes que ayudan a dar ese paso hacia la digitalización están los servidores.
Hoy en día, los servidores se han convertido en una herramienta clave que permite transformar los procesos operativos del negocio. Su eficiencia mejorada y la reducción de sus costos han democratizado el acceso a este tipo de infraestructuras tecnológicas por parte de las empresas.
A pesar de ello, muchos proyectos todavía no tienen claro los beneficios y las funcionalidades de los diferentes sistemas y tienen dudas a la hora de escoger el servidor adecuado.
Por eso, vamos a ayudarte con este artículo en el que vas a descubrir en qué puede ayudarte adquirir un servidor en tu negocio, qué tipos existen y qué factores deberías tener en cuenta a la hora de comprar un servidor para tu empresa.
¿Qué es un servidor y para qué puedes utilizarlo en tu empresa?
Un servidor es un dispositivo ( normalmente es un ordenador físico con más recursos de hardware que un ordenador normal y que además administra los recursos de la red aceptando y respondiendo a las solicitudes realizadas a través de ella).
De forma simple podríamos decir que el servidor sirve datos al cliente que los solicita y se puede conectar directamente a la red de tu empresa.
Esta tecnología ofrece múltiples funcionalidades, algunas de las más destacadas son:
Hospedaje de aplicaciones SaaS (softwares de gestión, facturación, planificación, contabilidad…).
Realizar copias de seguridad y administración de todo el sistema.
Almacenar archivos privados, compartir y colaborar en documentos, y permitir la lectura de ciertos documentos a determinados empleados o departamentos.
Alojar un sitio web o una tienda online. ( en este caso, es mucho más seguro contratar un hosting en una empresa que se dedique exclusivamente a esto.
Van a tener más medios y van a tener planes de contingencia infinitamente mejores que el que pueda tener una empresa que solo quiera alojar su propia web.
Almacenamiento de correo electrónico. Pasa exactamente lo mismo que hemos comentado en el punto anterior.
Proporcionar escritorios virtuales a los trabajadores. ( Esto es algo que se está utilizando, y mucho a la hora de configurar escritorios virtuales usuarios para que las empresas puedan teletrabajar
En definitiva, podemos afirmar que un servidor ayuda a tu empresa a simplificar la administración de tu centro de datos, a reducir costos administrativos y a optimizar los requisitos energéticos y de espacio.
A estas alturas puede que te preguntes qué diferencia hay entre un servidor y un ordenador porque es cierto que muchas empresas piensan que pueden ahorrar tiempo y dinero ejecutando un sistema operativo de servidor en un ordenador.
Si bien es cierto que casi cualquier ordenador que cumpla con unos requisitos mínimos de hardware (velocidad de procesador, memoria y capacidad de almacenamiento) puede ejecutar un sistema operativo de servidor, estas tecnologías han sido diseñadas con propósitos diferentes.
Mientras que un ordenador generalmente ejecuta un sistema operativo y aplicaciones de escritorio fáciles de utilizar como pueden ser un procesador de textos o una hoja de cálculo, un servidor gestiona todos los recursos de la red.
El servidor ha sido creado para administrar, almacenar, enviar y procesar datos las 24 horas del día. Por lo tanto, debe ser más confiable que un ordenador y debe reunir una serie de características y hardware que normalmente no utiliza el ordenador.
En definitiva, el servidor es más potente a nivel de procesamiento, almacenamiento y memoria. Su arquitectura ( la caja, los ventiladores, sus procesadores, discos duros, fuentes de alimentación.
Están diseñados para ofrecer una resistencia al trabajo mayor, ofrecen redundancias ( cuando se estropea un ordenador o un disco duro comienzan a funcionar con otro, en muchos de los casos, en caliente, es decir, no es necesario para el servidor, lo hacen automáticamente. Se supone que es un elemento sobre el que van a pivotar todos los recursos de la empresa. ( datos, aplicaciones, impresoras ).
Señales que te indican cuándo es aconsejable utilizar un servidor en una empresa:
Si estás leyendo este artículo, probablemente tu empresa ya haya crecido lo suficiente como para considerar la compra de un servidor como una inversión inteligente ¿cierto?
Sin embargo, todavía no tienes claro si realmente necesitas utilizar un servidor en tu negocio. Para salir de dudas, puedes tener en cuenta estas señales:
Tu empresa está empezando a crecer. Si eres un negocio unipersonal e incluso si cuentas con dos o tres empleados, administrar los ordenadores y la TI (tecnología de la información) en general puede resultar sencillo. Pero a medida que el proyecto crece, tareas tan simples como compartir un archivo o actualizar un software se complican.
En esos momentos, un servidor es la mejor solución. Es recomendable a partir de 8-10 usuarios, ahí es donde sí o sí, se debe centralizar todo.
Tus empleados necesitan un acceso constante y rápido al correo electrónico y a la información comercial del negocio.
Estás confiando en un módem o router Wi-Fi convencional con el consiguiente riesgo frente a ataques cibernéticos, algo que un firewall bien configurado podría evitar.
Necesitas automatizar las copias de seguridad de todos tus ordenadores de empresa en un servidor central y disponer de un acceso rápido y seguro a esos datos. Es aconsejable hacerlo en el servidor, en otro disco exclusivo para ello y además, hacer copias de seguridad automáticas en la nube.
Tipos de servidores según las necesidades de tu empresa: físicos, virtuales y cloud:
Uno de los primeros aspectos que debes considerar a la hora de comprar un servidor es analizar los tipos que existen ya que en función de las necesidades tu empresa deberás escoger uno u otro.
Servidores físicos: torre, rack o blade
Cuando hablamos de este tipo de servidores nos referimos a aquellos que están integrados de forma física dentro de la red informática de la empresa y que, por tanto, requieren de una ubicación segura para él y sus dispositivos adicionales (routers, generadores, refrigeradores, SAIS…) que los proteja de posibles daños a causa del sobrecalentamiento o el robo físico.
Podemos diferenciar tres tipos de servidores físicos según su formato o arquitectura:
torre, rack o blade. La elección del más adecuado dependerá del tamaño de tu empresa.
Si tienes una pequeña empresa que carece de un departamento encargado de la TI un servidor en torre es una opción económica que te permite tanto administrar como compartir archivos en red.
Sin embargo, una vez que la empresa crece y necesite equipos más potentes, los servidores tipo rack son perfectos ( están metidos en armarios o racks junto con el resto de la electrónica de red, switches, firewalls, routers). Ocupan mucho menos espacio que la misma cantidad de servidores de torre, aunque es cierto que necesitarán su propia área con equipos de enfriamiento y requieren una inversión superior.
Lo mejor de los servidores rack es que permiten una mayor escalabilidad en caso de que tu empresa continúe en crecimiento.
En cuanto a los blade, son servidores modulares que permiten alojar múltiples servidores en un área más pequeña. Son físicamente delgados y, por lo general, solo cuentan con CPU, memoria, controladores de red integrados y, en ocasiones, unidades de almacenamiento integradas.
Son el siguiente paso a los servidores rack ya que ahorran espacio, energía e infraestructura de cableado, pero necesitan más refrigeración.
Servidores en la nube o tipo cloud:
Los servidores físicos o en local son la opción a la que han recurrido de forma tradicional los negocios. Aunque tienen ciertas ventajas como un mayor control sobre el hardware, un mayor grado de personalización y un acceso 24 horas/7 días a la semana en caso de que requiera una reconfiguración.
El espacio y la infraestructura necesaria para instalar y mantener seguros los servidores físicos son costosos.
En este sentido, han cobrado importancia los servidores cloud, a través de los cuales toda la infraestructura permanece alojada en la nube y se accede a través una conexión a Internet.
Para que lo entiendas, estos servidores se asimilarían al alquiler de una habitación de un hotel: tu empresa paga por un espacio en el servidor virtual de terceros.
El servidor cloud ofrece numerosas ventajas como la configuración instantánea, la accesibilidad, la movilidad, la actualización, la seguridad y la escalabilidad.
Así pues, puedes ampliar o reducir el servidor en términos de potencia o almacenamiento a medida que cambian las necesidades de tu negocio.
En el lado contrario de la balanza está el costo mensual continuo que aumentará a medida que las necesidades crezcan. Por este motivo, muchas empresas pequeñas siguen viendo en los servidores físicos una opción viable y económica a medio plazo.
Servidores virtuales:
Otra opción a la hora de comprar un servidor es optar por la virtualización. Este tipo de servidor VPS consiste en el uso de un único servidor como hipervisor, que crea varias máquinas virtuales y divide la memoria, la potencia del procesador y la capacidad de almacenamiento del servidor entre ellas.
Par algunas empresas, esta opción es más eficiente que tener que comprar, recibir e instalar un servidor físico. Además, es flexible adaptándose a los requerimientos reales de cada proyecto, y supone un ahorro energético y de espacio.
Tiene un inconveniente, aunque hoy en día, no suele haber problemas en cuanto a internet, si hay una caída el servidor no va a funcionar, por lo que debería haber un servidor físico que lo respaldara en ese caso.
¿Qué servidor comprar? 8 factores a tener en cuenta:
Funcionalidad: Como ya sabes, existen diferentes tipos de servidores para cubrir una amplia variedad de necesidades. Debes evaluar las propias de tu negocio y elegir el servidor en consecuencia.
Presupuesto: Cuando tengas claro que el servidor cumple con los requisitos necesarios, debes asegurarte de pagar por aquello que realmente vas a utilizar y prescindir de funcionalidades innecesarias que aumentarán el costo sin sentido ( pero encontrando un equilibrio, la solución ha de ser escalable en función de las posibles necesidades de tu empresa a futuro) .
El presupuesto es una consideración importante antes de comprar un servidor.
Alquilar o comprar el servidor: El renting tecnológico te puede aliviar de muchas preocupaciones, aunque puede limitar la funcionalidad del servidor.
Hardware: En función del tipo de servidor que elijas (físico, virtual o cloud) vas a necesitar una mayor inversión en hardware. Determina la infraestructura existente en tu empresa en estos momentos y si será capaz de soportar el crecimiento en caso de que suceda. A esto se le llama escalabilidad.
Integración: Si en tu empresa ya cuentas con un servidor, debes decidir teniendo en mente lo que ya dispones para expandirlo.
Seguridad: El 70 % de los ciberataques que tienen lugar en España se producen en pymes. Por ello, la seguridad es un factor primordial a la hora de elegir un servidor. Piensa que éste contendrá información confidencial y desprotegerla puede implicar riesgos.
Escalabilidad: Es fundamental elegir servidores que admitan el crecimiento empresarial y puedan ampliarse a medida que el negocio lo hace.
Servicio de soporte y mantenimiento: Este es quizá el factor más importante a tener en cuenta antes de comprar un servidor. Tal vez tu empresa cuente con un equipo de profesionales TI, pero si no es así necesitarás delegar el trabajo en empresas especializadas en soporte informático que te ofrezcan calidad, garantía y experiencia.
Piensa que la confianza en el servicio de soporte y mantenimiento debe ser plena. Además, debe existir una comunicación constante con ellos.
Si necesitas asesoramiento a la hora de comprar un servidor para tu empresa, configurarlo, o necesitas que te demos soporte informático para un servidor ya instalado, contacta con nosotros. Estudiaremos las necesidades de tu proyecto y te indicaremos la solución más adecuada para tu negocio.