Las pequeñas y medianas empresas son el objetivo del 70% de los ciberataques que tienen lugar en España de acuerdo al Estudio sobre Cibercriminalidad del Ministerio del Interior. Con esta cifra, cuanto menos escandalosa, queda patente la importancia que tiene la seguridad informática hoy en día para cualquier pequeño negocio.
El uso cada vez más habitual de tecnología por parte de la sociedad incrementan las posibilidades de sufrir ataques o fallos informáticos en tu empresa, que pueden poner en riesgo tu proyecto. Otro factor que ha incrementado la necesidad de implementar sistemas de ciberseguridad en las pymes es el aumento del trabajo en remoto o teletrabajo a raíz de la pandemia global originada por el Covid-19, tal y como señalan desde Sophos.
Por esta razón, es clave que conozcas qué es seguridad activa y pasiva en informática. Aprender a distinguir entre ambas, además de conocer sus beneficios, te ahorrará muchos rxEZ en el futuro. Presta atención porque te lo contamos todo en este post.
¿Qué entendemos por seguridad informática?
La seguridad informática se define como todas las medidas que se toman para proteger tus sistemas y evitar que tus equipos sufran daños, usos no autorizados o robos causados por malware. Esto es aplicable tanto para los programas informáticos (software) como para la parte física de tu ordenador (hardware).
Consideramos esencial que tengas esta definición clara porque, a pesar de que oímos hablar de seguridad informática y ciberataques a diario, todavía son conceptos bastante desconocidos por la mayoría de las personas. Quizá hasta tu ordenador haya sido atacado por un malware y lo único que se te ha ocurrido es aporrear el ordenador esperando que todo acabe funcionando correctamente.
Lejos de la realidad y con el objetivo de evitar problemas con tus equipos informáticos, debes tener claro a qué te enfrentas. Ahora que sabes esto, ya puedes pasar al siguiente paso: diferenciar entre sistemas de seguridad activa y seguridad pasiva.
¿Qué es seguridad pasiva y seguridad activa en informática?
Como su propio nombre indica, los sistemas de seguridad pasivos y activos tienen la misma función (proteger tus archivos y equipos), pero lo hacen por vías distintas. Por ello, definirlos es, al mismo tiempo, entender sus diferencias.
La seguridad activa es aquella cuyo objetivo es prevenir cualquier acción que suponga un ataque al sistema informático tanto si procede de un malware como de un acto involuntario. Por tanto, la seguridad activa está destinada a evitar los daños.
Por otro lado, la seguridad pasiva soluciona o minimiza las agresiones informáticas después de haberse producido. De este modo, un sistema de seguridad pasiva es todo aquello que trabaja de forma constante sin que tú tengas que hacer nada para evitar problemas.
¿Cuál es la diferencia entre seguridad activa y pasiva en informática?
Por lo tanto, la mayor diferencia entre las medidas de seguridad activa y pasiva en informática es que las primeras evitan que los ataques se den, mientras que las segundas reducen los posibles efectos de éstos. Sin embargo, ambas son complementarias y esenciales en la actualidad.
¿En qué consiste la ciberseguridad pasiva y cómo beneficia a la empresa?

En cierta forma, la seguridad informática pasiva se trata de la primera línea de protección, al garantizar que:
- La red o redes de la empresa tengan una defensa ante vulnerabilidades.
- Se reduzca el riesgo de que se dé una brecha de seguridad.
- Los responsables de la toma de decisiones en la organización dispongan de información suficiente sobre ciberamenazas y ciberatacantes.
- Los activos de datos de la empresa poseen la cobertura de capas de defensa más difícil de ser vulnerada.
Si hablásemos de un campo de la seguridad diferente al informático, la seguridad pasiva podría ser un como sistema de seguridad del hogar.
Su misión se compara a que éste desarrolla al asegurar la vivienda con sensores, videocámaras o alarmas, sin que el dueño de la casa esté vigilando el inmueble.
Entendiendo la ciberseguridad activa y por qué supone un desafío para la empresa

La seguridad informática activa gana en popularidad, ya que se toma como un paso más allá de la pasiva.
Sin embargo, para poder implantar de manera correcta la protección de activos informacionales desde esta visión, hace falta contar con un equipo de profesionales capaces de proporcionar este nivel de defensa, analizando y actuando frente a las amenazas y ataques.
Los ciberataques son cada vez más complejos y sofisticados, por lo que las empresas requieren de personal adecuado para ocuparse de tales desafíos.
Los analistas recopilan información para evitar futuros incidentes basados en el conocimiento, la experiencia y la información en tiempo real sobre las redes internas y externas.
La diferencia entre seguridad activa y pasiva informática es que, en la segunda, se actúa como reacción a algo. Mientras que, con la primera, se adquiere un enfoque preventivo, fundamentado en el análisis de cuándo, dónde y cómo es probable que se produzca un ciberataque.
Ejemplos de seguridad activa y pasiva informática
A pesar de que todo parece sencillo, la realidad es algo más compleja. Esto se debe a que, al tratarse de seguridad digital, todos los sistemas tienen cierto componente pasivo y algún carácter activo.
Para que lo comprendas a fondo, vamos a ilustrar la diferencia entre ambas formas de seguridad con varios ejemplos.
Ejemplos de seguridad activa
Hay infinidad de distintos peligros en Internet, los cuales aumentan a una velocidad vertiginosa: malware, ransomware, spyware, adware, troyanos… Por ofrecer un dato, se estima que cincuenta mil virus nuevos se crean a diario. Por ello, llevar a cabo medidas de seguridad activa es la única manera de afrontarlos y prevenir desastres informáticos. Algunas de las medidas más populares son:
- Emplear contraseñas seguras y modificarlas cada cierto tiempo. Este es el ejemplo más claro entre las medidas de seguridad activa.
- Uso de herramientas de seguridad informática como software antivirus potentes y profesionales o firewalls que protegen de intrusiones. Esta medida también sería un ejemplo de seguridad pasiva porque el software revisa constantemente el sistema sin que tú hagas nada. Sin embargo, lo ideal es realizar un escaneo cada poco tiempo.
- Encriptación de archivos y datos importantes. De cara a posibles ataques a sistemas informáticos, es conveniente tener carpetas y documentos protegidos para evitar que cualquier hacker pueda leerlos.
- Auditorías de seguridad: el 67% de las empresas incrementará su gasto en ciberseguridad en los siguientes años, debido a los continuos ataques que éstas reciben hoy en día. Las auditorías son una forma de seguridad activa que se puede aplicar. Consiste en que una empresa externa especializada en la materia les ayude a detectar las posibles brechas que presenten en cuestión seguridad y a mejorar sus medidas de defensa.
- Formación: el 85% de las infracciones de ciberseguridad son provocadas por errores humanos. Es común que los trabajadores no posean los conocimientos suficientes para mantener a salvo la información de la empresa. En consecuencia, invertir en formación es clave a la hora de impedir ataques.
- Gestión de los permisos de los usuarios: en otras palabras, implantar y llevar a cabo una política de gestión de los privilegios de administrador de los usuarios. El empleo por parte de éstos de los sistemas posibilita y aumenta la ocurrencia de incidentes de seguridad. Pues, por ejemplo, muchos tipos de malware precisan de una autorización para ser ejecutados.
- Actualización y parcheo de seguridad de los sistemas y equipos: si surgen vulnerabilidades que no han sido corregidas a través de actualizaciones y parcheo, éstas pueden ser aprovechadas por potenciales atacantes.
Éstos son los principales ejemplos de seguridad informática activa en la actualidad.

Ejemplos de seguridad pasiva
Aunque se implanten medidas de seguridad activa y se desarrolle un plan sólido de ciberseguridad, en ocasiones, continúan produciéndose ataques o infecciones en sistemas informáticos por múltiples razones: fallos humanos, errores de seguridad no previstos, amenazas no conocidas, etc.
Por ello, también hay que complementar la protección de cualquier sistema informático con acciones de seguridad pasiva. Para contar con un plan B si los muros de defensa caen:
- Escanear y eliminar los malware que hayan infectado los equipos mediante el uso de programas adecuados.
- Crear copias de seguridad o backups del disco duro cada cierto tiempo en diferentes soportes y/o ubicaciones que permitan recuperar la información en caso de que el sistema sufra un daño importante. Este es, sin duda, uno de los mejores métodos para afrontar un ataque informático que suponga una pérdida temporal o permanente de los datos almacenados en los equipos de tu empresa.
- Hacer particiones en el disco duro con el fin de almacenar las copias de seguridad y archivos importantes, así como evitar que el software hostil avance en el sistema.
- Contar con un buen sistema operativo de calidad y cuidar lo máximo posible el hardware. Un mantenimiento informático profesional que supervise y actualice los equipos informáticos de forma regular siempre es una medida de seguridad adecuada que evita problemas indeseados.
- Utilización de la nube: otra de las técnicas de seguridad pasivas recientemente es el uso de la nube. Tanto es así que, en 2020, el gasto de infraestructuras de este tipo incrementó un 135%. La disponibilidad que brinda el almacenamiento en la nube, junto con su escaso precio y fácil acceso, supone una solución segura para las organizaciones, las cuales no tienen que preocuparse de las infraestructuras físicas o de las actualizaciones de los sistemas.
- Hardware frente a averías: otra clave de seguridad pasiva son las medidas que buscan evitar desastres físicos de hardware en las infraestructuras. Algunos ejemplos podrían ser la refrigeración del sistema (para impedir el sobrecalentamiento), conexiones eléctricas seguras (para prevenir incendios) o los dispositivos SAI (que sirven para apagar de manera segura o hasta continuar trabajando, aunque se dé un apagón eléctrico).
- Desconectar la unidad: es la medida más simple, pero, al mismo tiempo, las más eficaz de las técnicas de seguridad pasiva informática. Sólo consiste en tener desenchufada la unidad hasta que se halle una solución. De este modo, puedes evitar todo ataque informático.
- Soportes móviles: nuestros dispositivos móviles son, en la actualidad, depositarios de una enorme cantidad de datos personales y profesionales, lo que los vuelve muy atractivos a ojos de los cibercriminales.
Éstas son algunas de las medidas más populares hoy en día.
La importancia de poner en marcha sistemas de seguridad activos y pasivos
Garantizar la seguridad de la información digital, así como los sistemas informáticos, se trata de una meta complicada de alcanzar, aunque totalmente necesaria. Es un reto al que hacen frente la mayoría de empresas, sin importar su tamaño o sector.
En caso contrario, correrían el riesgo de situar los datos que manejan al alcance de hackers y ciberdelincuentes, cuya intención es llevar a cabo un uso fraudulento: venta de información personal, realización de transacciones bancarias o de compras sin permiso, suplantaciones de identidad, etc.
Los daños de todo ello van desde la pérdida de clientes hasta la merma de la credibilidad de la empresa, pasando por agravios económicos y considerables multas y sanciones. Otra posible consecuencia es sufrir un sabotaje digital, que puede interferir en el funcionamiento, la rentabilidad y la eficacia del negocio.
Dadas las graves repercusiones que puede implicar un ciberataque para una empresa, es esencial emplear las diferentes herramientas disponibles e implementar todas las medidas necesarias para impedirlo. Ya sean preventivas (activas) o estén hechas para corregir la situación cuando ya se ha producido un problema de seguridad (pasivas).
Conclusión
Como ves, las medidas de seguridad informática, tanto activas como pasivas, son las encargadas de prevenir problemas en los equipos de tu empresa que podrían ocasionar daños irreversibles. Desde ataques de hackers hasta un fallo en el hardware, cualquier problema podría convertirse en un verdadero desastre y derivar en consecuencias económicas o legales para tu negocio.
Si quieres evitar estas situaciones, te recomendamos la mejor medida de seguridad posible: contar con ayuda profesional. Tan solo una empresa especializada será capaz de auditar la seguridad informática de tu empresa para detectar las necesidades a cubrir y establecer las medidas oportunas.
Contratar un servicio de seguridad informática especializado que mantenga los datos de tu empresa a salvo es fundamental hoy en día. Solo así podrás despreocuparte y centrarte en lo que de verdad se te da bien: hacer crecer tu negocio. ¿Hablamos?