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Ten cuidado con el iluminado y el desagradecido, están entre nosotros y se creen sus propias palabras

Cuando me cuenta alguien cercano a mi algo, tiendo a creerle.No miro sus referencias, tampoco me voy a google corriendo a ver si es verdad.

Tiendo a quedarme en la superficie, creo que es instinto de supervivencia. Veo lo que veo, escucho lo que escucho, toco lo que toco, y

A medida que vamos creciendo, le vamos poniendo más y más etiquetas a la vida, nuestra vida. Al final, se convierte en muchas ocasiones en un cumulo de etiquetas que ni siquiera nos hemos parado en comprobar.

En ese mundo, meto a quien yo quiero, es algo que puedes hacer en cualquier momento, solo hace falta detener el tiempo mirando a tu hijo, tu perro, a tu media naranja, a tu limón, o a tu vecino, depende de ti, solo de ti.

Siempre me han gustado las personas con capacidad de persuasión. Con capacidad para hacerte ver, que con argumentos, con hechos, quizá, y ese es el

Cuando era mucho más joven que ahora, eso no significa que ahora me sienta mayor. Me preocupaba mucho lo que los demás pensaran de mi. Leí en

“Aquél que tiene un porqué para vivir, se puede enfrentar a todos los cómos”

Todo funciona, todo encaja. Como la red de mi empresa, como mi correo, como mi antivirus, como mi impresora, como mis copias de seguridad, como mi escritorio virtual.

Siempre he tenido mucha imaginación, aunque ha sido hace poco cuando he tomado conciencia de la importancia que tiene.